La hice con pasta de azúcar. Primero envolví un baso con papel celofán y mientras iba haciendo la decoración de la corona la iba poniendo en el baso para que cogiera la forma redondeada.
Al cabo de unos días, ya que hay que esperar que la pasta de azúcar endurezca, se saca del molde, que en este caso es un baso, como he dicho antes y vamos preparando con unas gotitas de alcohol blanco, como ginebra, vodka... y colorante en polvo le vamos añadiendo hasta conseguir una pasta ligera.
Y lo que queda es pintar la corona. A mi me encanta, ya que me gustan mucho las manualidades. Así que un ratito, que no es mucho, pinté la corona.
Un día para que seque sin ningún problema y yo la volví a poner en el baso que utilicé para que cogiera la forma para que no se partiera ni tuviera ningún percance hasta entregar la tarta.
Os pongo unas fotitos.
La corona recien desmoldada y empezando a pintarla.
Corona pintada!!!!!
Quedó preciosa, y estoy orgullosa de este trabajo.
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